Glúcidos
Son las biomoléculas más
abundantes. Su principal sintetizador son las plantas y algas, las que mediante
el proceso de fotosíntesis convierten más de 100 mil millones de toneladas
métricas de dióxido de carbono y agua en celulosa y otros productos.
Definición
“Son polihidroxialdehídos o
polihidroxicetonas, o bien sustancias que dan lugar a estos compuestos después
de su hidrólisis.”
Son polialcoholes con función
aldehído o cetona, debido a la existencia de varios grupos hidroxilos y un
grupo carbonilo, el cual puede ser primario o secundario, dando origen a un
aldehído o una cetona.
Características generales
Son conocidos como sacáridos, palabra
que proviene del griego y significa azúcar.
La mayor parte de los sacáridos
son sustancias reductoras, principalmente los de estructuras más pequeñas.
Se presentan generalmente
incoloros, o con una coloración blanca.
Son de sabor dulce en la mayoría
de los casos.
Clasificación
Desde el punto de vista de la
hidrólisis, se pueden clasificar, separándolos en tres grupos de sacáridos con
características muy similares.
Monosacáridos
Son aquellos glúcidos o azúcares
simples, que no se pueden hidrolizar, siendo, por lo tanto, el monómero de los
sacáridos. Ejemplo: D-galactosa y D-glucosa, siendo este último el monosacárido
más abundante.
Oligosacáridos
Son sacáridos de cadenas cortas,
los que al hidrolizarlos se obtienen dos o más unidades de monosacáridos. Los
más abundantes son los disacáridos, como por ejemplo: sacarosa y maltosa. La
sacarosa, o azúcar de caña, es el más común de estos, formado por una unidad de
D-glucosa y una de D-fructosa.
Los monosacáridos y los
disacáridos comunes tienen sus nombres con terminación “osa”.
Polisacáridos
Contienen cadenas largas de
monosacáridos, formadas por cientos o incluso miles de estas unidades. Por lo
tanto, al hidrolizar los polisacáridos se obtienen muchas unidades de
monosacáridos. Son ejemplos de polisacáridos la celulosa y el almidón.
Estructuras y características de los glúcidos
Monosacáridos
Los monosacáridos son los
glúcidos de menor tamaño. Son sólidos incoloros y cristalinos, solubles en agua
e insolubles en solventes apolares, en su mayoría poseen sabor dulce.
Pueden ser aldehídos o cetonas con
dos o más grupos hidroxilo. Esta variante en el grupo funcional predominante
hace que existan varios tipos de monosacáridos, pudiendo hacerse una
subclasificación de estos.
Clasificación de monosacáridos
En primer lugar se pueden clasificar según el grupo
funcional que predomine en la molécula. Otra forma de clasificarlos es según el
número de átomos del elemento carbono que tengan en su estructura.
Según el grupo funcional predominante
En este caso, a la terminación osa de los monosacáridos se
le agrega el prefijo que indica cual es el grupo funcional que predomina.
Aldosa:
Si el grupo carbonilo se encuentra en un extremo de la cadena carbonada del
monosacárido, es un aldehído.
Cetosa:
Cuando el doble enlace con oxígeno se encuentre en un carbono secundario, es
una cetona.
Según el número de átomos del elemento carbono
A la terminación “osa” que
caracteriza a los monosacáridos se le agrega un prefijo que indica la cantidad
de átomos del elemento carbono que posee (tri, tetr, pent, hex y hept).
Ejemplos: tetrosas, para indicar cuatro átomos del elemento carbono, pentosas,
para indicar cinco y hexosas para indicar seis, siendo estos últimos dos
ejemplos los más importantes.
Es común que se utilicen ambas
clasificaciones para referirse a un monosacárido, ya que de esa forma se están
indicando la cantidad de átomos del elemento carbono que lo forman y el grupo
funcional que predomina, pudiendo ser ejemplos la aldopentosa o la cetohexosa.
Estructuras
Su estructura básica es una
cadena de carbonos no ramificada, unida por enlaces simples entre los átomos de
carbono. Uno de estos átomos de carbono posee un doble enlace con un átomo de oxígeno
(grupo carbonilo) y en todos los demás átomos de carbono existen grupos
hidroxilo.
Estructura de la glucosa
La D-glucosa es el monosacárido
más abundante en la naturaleza. Consta de seis átomos del elemento carbono que
se encuentran alineados. Es una aldohexosa, ya que posee el grupo carbonilo en
un carbono primario (posición C-1 en rojo en la imagen que sigue) y en las
demás los grupos hidroxilo, los que tienen sus orientaciones específicas en
cada posición.
Posee cuatro átomos carbonos
quirales, que van desde la posición del C-2 al C-5.
La existencia de estos cuatro centros quirales permite que
existan 16 estereoisómeros de la glucosa.
Epímeros de la glucosa
Se le llama epímero a los
estereoisómeros de un compuesto que difieren en un único centro quiral. Es
decir, que presenten la misma configuración absoluta en todos sus centros
quirales, menos en uno (es decir que en uno de los carbonos tiene los grupos
enlazados invertidos).
En el caso de la glucosa, existen
dos epímeros que se presentan en compuestos naturales, la D-galactosa y la
D-manosa.
La D-galactosa es un epímero de
la D-glucosa porque difiere de la configuración en el cuarto átomo de carbono,
por lo que es su epímero en el carbono – 4, mientras que la D-manosa difiere de
la configuración del segundo átomo de carbono, epímero en el carbono – 2.
A continuación se muestran las
estructuras de los dos epímeros de la glucosa.
La D-galactosa a la izquierda y la D-manosa a la derecha.
Ambos epímeros de la D-glucosa.
Estructuras cíclicas
Los monosacáridos que presentan
cinco o más átomos del elemento carbono en su cadena, suelen encontrarse
formando estructuras cíclicas en soluciones acuosas. En estas estructuras, el
grupo carbonilo ha formado un enlace covalente con uno de los átomos de oxígeno,
de un grupo hidroxilo. Esto se ha comprobado, debido a la existencia de dos
estructuras cristalinas con propiedades ópticas diferentes. Cuando se
cristaliza la D-glucosa a partir de una solución, se obtienen dos posibles
formas de este compuesto. Si la solución es acuosa, se obtiene la α-D-glucosa,
pero si la solución es en piridina, se obtiene β-D-glucosa.
Estos compuestos tienen una estructura
cíclica en forma de hexágono, que consta de cinco átomos de carbono y uno de oxígeno.
Como es muy similar a la estructura del pirano, se les llaman pirosas. Por lo
que estas estructuras quedan con un nombre que indique esta forma,
α-D-glucopiranosa, o β-D-glucopiranosa, siempre que se trate de la glucosa.
Estos compuestos, tienen un átomo
de carbono asimétrico adicional, pudiendo por lo tanto, existir en dos formas
estereoisómeras diferentes.
Estas dos formas del compuesto
son denominadas anómeros, ya que solo difieren de en la configuración alrededor
del átomo de carbono 1.
A continuación se presentan las
dos estructuras anoméricas de la D-glucosa.
Si observamos estas dos
estructuras (α y β), vemos que son casi idénticas, difiriendo sólo en la
configuración de la posición C-1 (el carbono anomérico).
En caso de tratarse de una
cetosa, la formación del anillo da la obtención de un pentágono, ya que es la
reacción entre un grupo cetona y un alcohol. La D-fructosa, es un ejemplo de
esto, cuando en solución acuosa da origen a sus dos estructuras cíclicas, una α y
una β.
La estructura cíclica de pentágono, β-D-fructofuranosa, es la más común. La
terminación furanosa es debido a que se parece al furano, compuesto cíclico con
cinco vértices.
Mutarrotación
Cuando se prepara una solución acuosa
de D-glucosa, estas dos estructuras (α y β) se interconvierten en un proceso
llamado mutarrotación. Por lo tanto, una solución de una de estos isómeros, al
final terminan siendo mezclas con
proporciones en equilibrio, la cual contiene, aproximadamente, un tercio de
α-D-glucosa, dos tercios de β-D-glucosa y una porción muy pequeña de la estructura
lineal.
Este proceso se puede comprobar al
medir el ángulo de desviación de la luz polariza al momento de preparar la
solución y volver a comprobar el ángulo poco tiempo después. Hasta que el
equilibrio no se establezca la desviación de la luz polarizada va variando en
proporción a la formación de los distintos isómeros en la solución.
Estructuras de Haworth
Las estructuras cíclicas de los
monosacáridos, como las que se han mencionado anteriormente, se suelen
representar con las estructuras de Haworth.
Estas estructuras representan las
moléculas de una forma sencilla, haciéndolas planas, ya sean pentágonos o
hexágonos.
Monosacáridos reductores
Los monosacáridos pueden ser
oxidados por agentes reductores relativamente suaves.
En estas reacciones, el átomo de carbono,
que se encuentra en la posición 1 (el que posee el grupo carbonilo), se oxida,
formándose un grupo carboxilo. A los monosacáridos que son capaces de reaccionar
de esta forma se les llama azúcares reductores.
Esta propiedad es muy útil en el
momento de realizar un análisis de identificación de azúcares.
Disacáridos
Estos sacáridos están compuestos
por dos unidades de monosacáridos, y se encuentran unidos por medio de un
enlace covalente, llamado glicosídico.
Formación del enlace glicosídico
Dos monosacáridos pueden unirse
mediante la formación de un enlace glicosídico, el cual se obtiene por medio de
la reacción entre el grupo hidroxilo del carbono anomérico del primer
monosacárido y un grupo hidroxilo del segundo. En esta reacción siempre ocurre
la eliminación de una molécula de agua por cada enlace glicosídico que se
forme.
La siguiente tabla representa algunos
de los diferentes tipos de enlaces glicosídico que se pueden formar a partir de
dos monosacáridos.
A continuación se muestra un
ejemplo de estas reacciones en la cual se obtiene un disacárido muy común.
Disacáridos reductores
Cuando un carbono anomérico forma
parte de un enlace glicosídico, ya no puede reducir a los iones que en otras
condiciones lo oxidaban. Por lo tanto, un disacárido que contenga ambos
carbonos anoméricos formando el enlace glicosídico, no será un azúcar reductor.
Un ejemplo de disacárido no
reductor es la sacarosa, estructura que se presenta a continuación.
La sacarosa tiene ambos carbonos
anoméricos ocupados formando el enlace glicosídico, por lo que no puede
reaccionar con reactivos como el de Fehling.
No ocurre lo mismo con aquellos
disacáridos que presenten un solo carbono anomérico en el enlace, ya que el
otro extremo, el otro carbono anomérico, está libre, pudiendo reducir los
iones, como el férrico y el cúprico. Ejemplos de estos disacáridos son la
maltosa y la lactosa.
Polisacáridos
Son polímeros formados por
cientos o miles de unidades de monosacáridos, unidos por enlaces glicosídicos.
Existen diferentes tipos de
polisacáridos, pudiendo contener cadenas lineales, o ramificadas como en el
caso del glucógeno. Además, pueden estar formados por un solo tipo de
monosacárido (homopolisacárido) o más de uno (heteropolisacárido).
Almidón
Muy abundante, y de mayor
importancia en la dieta de muchos animales por su fácil aprovechamiento. Se
encuentra presente en cereales, leguminosas y raíces.
Presente en los vegetales,
aparece formando gránulos, formados esencialmente por dos tipos de compuestos,
muy similares, la amilosa y la amilopectina. Ambas están formadas por unidades
de D-glucosa.
La amilosa está formada por
estructuras definidas invariables, siempre se utilizan los átomos de carbono
que se encuentran en la posición C-1 y C-4 para formar el enlace glicosídico.
Si se realiza la hidrólisis parcial de la amilosa se obtienen únicamente
unidades de maltosa, en cadenas de 25 a 2500 moléculas, que se representan a
continuación.
La amilopectina, en cambio, está
formada por unidades de glucosa que forman una estructura lineal y una
ramificada. Formando estructuras mayores que las de amilosa, de entre las 300 y
6000 moléculas. La formación de este enlace establece diferencias químicas
entre los compuestos, como por ejemplo, la posibilidad de digerir estas
estructuras requiere la presencia de otra enzima adicional. A continuación se
muestra la estructura de la amilopectina.
Glucógeno
Con estructura similar a la de la
amilopectina, pero más ramificada, se encuentra fundamentalmente en los
animales, en el hígado y músculos. Algunos organismos presentan un alto
contenido de glucógeno, como los moluscos.
Celulosa
Es el polisacárido más abundante
en la naturaleza, formando parte de los tejidos vegetales como los troncos de
los árboles.
Como no es digerible por los
humanos no es favorable desde el punto de vista energético, pero cumple otras
funciones, como el aumento del volumen de la materia fecal, favoreciendo el
funcionamiento del intestino.
Tiene una estructura muy similar a la de la
amilosa, con la salvedad de que los enlaces glicosídicos en este caso son β y no α,
cambiando al especificidad de las enzimas involucradas en el metabolismo de
esas sustancias. Su estructura se muestra a continuación.
Los rumiantes consiguen
aprovechar parcialmente la celulosa gracias a colonias de bacterias que poseen
en su aparato digestivo, ya que ellos tampoco son capaces de digerirlos por si
solos.
Funciones e importancia biológica
Las funciones de los polisacáridos son variadas. A modo de
síntesis se van a resumir sus funciones en la siguiente tabla.
Polisacárido
|
Función
|
Localización
|
Almidón
|
Reserva de energía
|
Tubérculos
|
Glucógeno
|
Reserva de energía
|
Piel
|
Celulosa
|
Sostén
|
Corteza, raíces
|
Quitina
|
Sostén
|
Exoesqueletos
|
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